Reflexiones
“Escucharnos para encontrarnos”
por Francisca Koppmann K. , junio 2020
Luego del estallido social, conversando con estudiantes de diversas comunas, nos encontramos con una realidad que muchos no habían visto, o bien no habían querido ver… y es que estamos profundamente distanciados.
Por un lado, escolares de Lo Espejo nos señalaron sentirse esperanzados a raíz de las protestas sociales de 2019, ante la posibilidad de lograr cambios para tener un país más justo y equitativo. Al mismo tiempo, estudiantes en Lo Barnechea nos contaban sobre el temor y la incertidumbre que llenaba el ambiente a partir de las mismas protestas sociales, expectantes ante lo que estaba por venir, a los cambios.
Al preguntarles a los estudiantes por estos cambios y por lo que querían ver en una nueva constitución, nos encontramos nuevamente con una enorme distancia; los primeros querían que este documento garantizara derechos sociales como la salud y la educación, mientras que los segundos optaban por prioridades como la sustentabilidad y la protección del medioambiente. Sin duda ambas visiones son enormemente relevantes, pero la diferencia existente entre ambas representa la abrumadora distancia que nos separa. Mientras unos reclaman el acceso a mínimos, otros, que ya los tienen, piensan en grande, tienen la posibilidad de soñar y aspirar a máximos. Creemos importante que estas realidades se visibilicen, pues de otra manera no lograremos acortar las distancias existentes entre ellas, y necesitamos encontrarnos.
Diálogo País es una fundación que nace con el objetivo de formar en ciudadanía a los estudiantes del país para que sean sujetos empoderados, que entiendan lo que significa el adecuado ejercicio de sus derechos y los ejerzan plenamente, promoviendo para ello el diálogo, la tolerancia y la ciudadanía activa.
Confiamos en que este proceso constituyente es una gran oportunidad para ello, para empezar a mirarnos y escucharnos, con todas nuestras diferencias, pero también con nuestros puntos comunes, que sin duda son muchos. Dialoguemos, porque dialogar no se trata de convencer al otro de que tienes razón, sino de aprender del otro, de abrirse a distintas formas de mirar el mundo.
Hoy tenemos la oportunidad de generar un cambio, de transformar los espacios que se abren para unos pocos en alternativas reales para todos, de romper la inercia que nos ha mantenido como ciudadanos pasivos que no participan en la construcción de su país, y de permitir la inclusión de nuevas y diversas caras, edades, culturas, géneros y pensamientos.
El desafío no es menor: tenemos que escucharnos.
Sólo así podremos construir un país en el que todas y todos nos sintamos esperanzados del futuro común que nos aguarda.
“Generar espacios de diálogo en las escuelas: el primer paso para prevenir la violencia”
por Fundación Diálogo País, agosto 2021
En los últimos días hemos sido testigos de disturbios provocados por grupos pequeños de estudiantes en varios colegios, lo que ha generado preocupación en la comunidad educativa y el entorno en general. Además de existir violencia detrás de estos actos, es relevante notar que estos incidentes interrumpen las clases, afectan a los demás compañeros que no participan en los actos, incumplen las normativas de los establecimientos, y ponen en riesgo a niños más pequeños, entre otros efectos negativos.
Además de lo anterior, resulta preocupante advertir que detrás de estos hechos, no ha existido un petitorio o causa revelada de parte de los alumnos frente a las autoridades del colegio, por lo es claro que, directamente, se trata de actos violentos que incumplen las reglas establecidas. A pesar de que quizás los estudiantes que participan en estas iniciativas no las vean como violentas, quienes son sus espectadores sí las perciben como tales, como verdaderas agresiones, dadas las características de los actos.
Es muy importante para todos comprender y enfatizar, que lo que sea que los escolares estén buscando expresar o lograr a través de estos actos, ello sí es posible de alcanzar dialogando cara a cara, de frente, evitando por ejemplo, estar encapuchados. De existir un petitorio, este puede y debe conversarse y, de no haberlo, también debe dialogarse en torno a las causas del descontento o motivación de los actos que presenciamos.
Los estudiantes necesitan expresarse, lo sabemos, y para ello es fundamental que existan espacios de dialogo al interior de las comunidades educativas. ¿Cómo generarlos? En Diálogo País podemos ayudarte: tenemos las herramientas y la experiencia para enfrentar estos desafíos. Debemos comenzar a trabajar hoy, no basta ya con esconder la cabeza o simplemente castigar estas conductas sin hacerse cargo de lo que representan. Sólo así podremos prevenir incidentes futuros y generar una cultura de diálogo en cada establecimiento y un espíritu de respeto y tolerancia en cada estudiante.